Por Juan Tomás Valenzuela
Como un carajo a la vela
en este barco Pirata,
Leonel, Danilo y la Tata,
nos llevan a la gavela.
Ya nos tienen a la escuela
estos tres exploradores,
porque han sido los actores,
estos 20 últimos años,
de todo el mal, todo el daño
que sufren sus seguidores.
Los piratas de el Caribe
son estos tres tajalanes,
responsables a desmanes
que ningún pueblo concibe.
La corrupción se reescribe
en manos de estos corsarios,
el robo del pecuniario,
la venta de las empresas
y las indelicadezas
del desorden tributario.
Todo un pueblo a la deriva
como barco sin timón,
por toda esta /
y su actitud corrosiva,
mientras que la lavativa
de estos tres “hijuesumadre”,
nos han llevado al descuadre
de toda la economía,
pero ellos, en romería
van por otro descalabre.
El pirata barba bruta
modificó el reglamento
para intentar el intento
de tributar la tributa
y quedarse con la futa,
al menos por otro viaje,
pero ignoró el tigueraje
del corsario barba gris,
quien desde el primer deslíz
se le quedó con el traje.
Pero el más vivo de todos
fue un marino aventurero,
que empezó como escudero
en un barco visigodo.
El nombrado Cuasimodo,
sin decir media palabra,
agarró su pata e’cabra,
la embarro de corrupción
y anda tras la reeleción
de la forma más macabra.
El pirata Cuasimodo
para retardar su fin,
está entrenando un delfín
que también nada en el lodo.
Dicen que come de todo,
desde sardina hasta escualo,
también dicen que es más malo
que Amarante y que Pechito,
que tiene a un león al grito
y que se llama Gonzalo.
Juan de los Palotes
10 septiembre 2019
